Parroquia de San Joaquín y Santa Ana
La barriada roquetera de El Puerto ha cumplido un sueño al contar con la nueva iglesia dedicada a Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesucristo, que fue bendecida en una entrañable ceremonia presidida por el Obispo de Almería Adolfo González Montes, con la asistencia de varios sacerdotes llegados de diversos lugares de la provincia.
El nuevo y magnífico templo tiene espacio para 700 fieles sentados y una cabida total de 1300 personas, encontrándose abarrotado el día de su primera apertura de puertas.
La nueva iglesia viene a resolver una reivindicación histórica del populoso y castizo barrio roquetero, ya que desde hace 38 años los oficios religiosos se celebraban en unos salones parroquiales.
La obra ha contado con una inversión de unos 2,5 millones de euros, contruyéndose en dos años. Ha sido diseñado por el equipo RGRM Arquitectos, formado por Juanjo y Lola Ruiz. La financiación ha corrido a cargo del Obispado siendo el suelo cedido gratuitamente por el ayuntamiento de la ciudad.
Destaca en su moderno diseño, la luz, la blancura y el ambiente marinero del barrio que se refleja en las olas y el mar que se significan en el techo. El coro cuenta con una estancia elevada para los cantos litúrgicos. El proyecto comenzó a gestarse hace cuatro años, estando los sótanos dedicados a las aulas de catequesis y salones de actos para diversas actividades.
¡Durante la ceremonia de inauguración se introdujo en una urna una reliquia de San Isidro de Sevilla, purificando el Obispo el altar al ungirlo con aceite como símbolo de alabanza. 24 horas antes de la apertura fueron trasladadas por las calles en procesión las imágenes de Santa Ana, Virgen del Carmen y Santo Cristo del Mar, reconociéndose en un acto social el trabajo de varios fieles a lo largo de estos años. Ramón Bogas Crespo es el titular de la parroquia.
Los arquitectos destacaron en sus palabras previas a la ceremonia que diseñaron el nuevo templo “en el marco de la arquitectura contemporánea. Nos pidieron que nunca olvidáramos que la iglesia es para el pueblo de El Puerto. Blanco, mar y luz son sus elementos. El techo es el mar de Roquetas agitado por el viento”. Cientos de personas asistieron a la ceremonia, a la que acudieron las autoridades locales, concejales del equipo de gobierno y de la oposición.
Uno de los momentos más emocionantes fue la consagración del altar, sobre el que el Obispo vertió incienso tras ungirlo de aceite y limpiarlo con un paño, en símbolo de alabanza. Desde 1973 El Puerto de Roquetas celebraba sus actos religiosos en los salones parroquiales de unas naves, siendo ahora cuando casi 40 años después los fieles logran su ansiada parroquia, un edificio claro, de altura, con mucha luminosidad y blancura y enormemente funcional.